domingo, 19 de septiembre de 2010


Cuando estaba por concebir a la que sería un día Sta Teresita del Niño Jesús, doctora de la Iglesia, Celia ya tenía 41 años, y las amistades aconsejaban no arriesgar tener otros hijos, porque su propia salud estaba muy minada. Pero esta pareja había aprendido tiempo atrás que la Providencia de Dios, si da más trabajo, ...da también las fuerzas para cumplir cabalmente lo que Dios pide de uno. Dice Celia: " Cuando medito (...) que en ese Dios he depositado toda mi confianza y he puesto en sus manos el cuidado de todos mis asuntos, tanto míos como de mi marido, no puedo dudar de que su divina Providencia mira con especial cuidado a sus hijos".