sábado, 30 de abril de 2011

De Luis...

...En el umbral del otoño de 1845, Luis toma la decisión de entregarse por completo a Dios, por lo que se encamina al Hospicio de San Bernardo el Grande, en el corazón de los Alpes, donde los canónigos consagran su vida a la oración y a rescatar a los viajeros perdidos en la montaña. Se presenta ante el prior, quien le insta... a que regrese a su casa a fin de completar sus estudios de latín antes de un eventual ingreso en el noviciado. Tras una infructuosa tentativa de incorporación tardía al estudio, Luis, muy a pesar suyo, renuncia a su proyecto. Para perfeccionar su instrucción, se marcha a París, regresando e instalándose a continuación en Alençon, donde vive con sus padres. Lleva una vida tan ordenada que sus amigos dicen : «Luis es un santo»....
 

domingo, 24 de abril de 2011


Luis sonríe cuando ve la alegría y la con­fianza de la pequeña, su novena... Cómo com­parte lo que su esposa escribe sobre la peque­ña en sus largas cartas a María y Paulina, o a la monja de Le Mans y a su hermano Isidoro Guérin, farmacéutico en Lisieux. "Parece muy inteligente... Será hermosa y ya es graciosa" (CF 117). "Cada día es más graciosa, está bal­buceando desde la mañana hasta la tarde" (CF 118). "Es muy inteligente y nos da conversa­ciones muy entretenidas. Ya sabe rezar a Dios" (CF 130).

lunes, 18 de abril de 2011


A Teresita debemos, sin duda alguna, los juicios más despiertos acerca de lo que para ella y en su vida de familia fueron sus padres. “Mi niñez se acabó muy pronto. Mis soleados años pasaron vertiginosamente. Lo que recuerdo más de ellos fue la muerte de mamá. Recuerdo todos los detalles de su enfermedad cancerosa. Las últimas semanas que pasó con nosotras cinco en la tierra fueron imborrables. Celina y yo parecíamos dos pobres desterradas. Salíamos de casa a primera hora. Vivíamos en casa de la señora de Lenche. Papá, cuando mamá ya había muerto, me llevó adonde estaba su hermoso cuerpo y me dijo:”Da un último beso a mamá”. Y yo acerqué a ella mis labios y la besé. Cuando le administraron a mamá la unción, yo estaba junto a Celina. Papá la miraba amorosamente. Qué fuerza la suya en aquellos momentos. Alguien me preguntó alguna vez si había sido lenta y dolorosa la muerte de mamá. No lo sé. Lo único que recuerdo es que yo me cobijé en un rincón y que, desde él, en silencio, miraba todo y me quedaba con todo. Fuero horas en que aprendí –tan niña- muchas cosas sobre la vida y sobre la muerte.

viernes, 8 de abril de 2011

El Pabellón: un lugar para relajarse ...


Adquirido por Luis Martín, en 1857, el Pabellón fue para él un lugar de meditación y recreación. En la esquina de un jardín, esta torre hexagonal pequeña tiene una planta baja y dos pisos a disposición de cualquier escalera exterior y interior y luego, una escalera de caracol de madera. Ubicado ...cerca de la Sarthe, Louis encuentra su arte de pesca. Después de su matrimonio, el Pabellón es para su familia, un lugar de relajación. Sus hijas les encanta venir y recoger las fresas y grosellas.