viernes, 22 de octubre de 2010

Se ha resaltado que entre las vocaciones a las cuales son llamados los seres humanos, el matrimonio es una de las más nobles y más elevadas. Los esposos Luis y Celia han comprendido que pueden santificarse no a pesar del matrimonio sino a través de él y por él. El ejemplo de estos esposos hace que la Iglesia sea más hermosa y espléndida. Ella reconoce la santidad de la institución del amor conyugal, como ha sido concebido por el mismo creador. De esta manera Luis y Celia se han convertido en luz del mundo y que por su matrimonio han servido al mismo Dios. Se han santificado practicando la justicia, amando la misericordia y caminando humildemente con Dios. Que su hogar sirva como modelo de la familia misionera y fecunda. Celia y Martín tuvieron cuatro hijas que se hicieron Religiosas Carmelitas. Gran fruto y testimonio.


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